Carta de la Presidencia
Apreciado (a) Afiliado (a),
Estamos próximos a cerrar el 2022, un año caracterizado por cambios importantes en la coyuntura económica, política y social de nuestro país, y en el que se configuraron nuevos elementos del entorno sectorial, muchos de ellos todavía en definición, pero sobre los cuales podemos pensar y hacer prospectiva de los escenarios para el futuro próximo de nuestra actividad, las prioridades de nuestra gestión gremial y el cumplimiento misional de construir más vivienda formal.
En materia económica, enfrentamos una presión al alza sin precedentes en los precios de bienes finales e insumos en la economía, un aumento de las tasas de interés para la financiación de proyectos y la vivienda, y una consecuente reducción de las ventas en el segundo semestre del año que nos dejó un balance del -9% frente al 2021. No obstante, en ese contexto el PIB del sector cerrará con tasas de dos dígitos como resultado de las preventas de los últimos años y el crecimiento derivado del inicio de las obras.
Respecto a los programas de vivienda, en particular Mi Casa Ya, el balance de año cierra con cerca de 70.000 asignaciones, incluyendo las adiciones presupuestales del proceso extraordinario del mes de noviembre. En las coberturas a la tasa de interés del segmento no VIS – FRECH no VIS, la ejecución del programa cierra de acuerdo con lo previsto y la disponibilidad en los grupos de primera vivienda y ecobertura, principalmente.
Y en el frente legislativo, las disposiciones contenidas en la Ley de Reforma Tributaria no afectaron el marco de instrumentos para la promoción y financiación de la Vivienda de Interés Social. Asimismo, y frente a lo inicialmente radicado, se ajustaron favorablemente los parámetros del impuesto a la ganancia ocasional.
Con ese punto de partida, 2023 nos describe retos igualmente importantes en materia económica, de política pública y sectorial. Para empezar, la economía tendrá un crecimiento cercano al 1%, y eso tendrá impactos sobre la generación de empleo y el dinamismo comercial. En materia de costos y financiación, si bien se prevén correcciones favorables, estas llegarán con mayor evidencia hacia la segunda mitad del año. Respecto a la política de vivienda, el reto central será asegurar los 82.000 subsidios que los hogares compradores esperan les sean desembolsados a lo largo del año y que, sumado a la financiación, garantizan su cierre financiero. En el frente operativo de los programas de vivienda también se han advertido ajustes, sobre los cuales estaremos discutiendo y proponiendo las acciones respectivas.
Para la financiación de Mi Casa Ya, la ley de adición presupuestal prevista para los primeros meses del año será el pilar central, teniendo en cuenta que en el Plan Financiero 2023 del Gobierno Nacional se incorporan $20 billones adicionales en gasto social, y donde estamos seguros la vivienda tiene todos los atributos para ser priorizada en esa adición. En la agenda sectorial, es igualmente relevante el Plan Nacional de Desarrollo, instrumento que definirá, no solo la vivienda social y sus precios tope, sino las demás acciones en materia de ordenamiento, programas de vivienda urbana y rural, servicios públicos y la agenda de inversión pública, desarrollo productivo, gestión ambiental, entre muchos otros aspectos de país para los próximos cuatro años.
Bajo este escenario, nuestra gestión gremial se seguirá centrando en garantizar que la política económica y de vivienda sean instrumentos para los objetivos de país, y donde las condiciones para la actuación de nuestro tejido empresarial se soporten en claridad, objetividad y, sobre todo, mayor certidumbre para tomar las mejores decisiones en ese nuevo contexto.
¡Felices Fiestas!