Congreso Colombiano de la Construcción

BIM, en el campus de la Universidad Javeriana

Edición 96 | Lunes, Mayo 29, 2023 - 14:31

Javier Forero, director de recursos físicos de la Universidad Javeriana, en Bogotá, habla de está tecnología utilizada en el campus de la institución.

La Pontificia Universidad Javeriana desarrolla un trabajo sobresaliente en la implementación de la metodología BIM en sus espacios, que reconoce la importancia del espacio físico en el proceso formativo de los estudiantes y promueve el conocimiento y la interacción social

Reconociendo la importancia que el campus físico tiene en el proceso formativo de los universitarios como aquellos espacios de promoción del conocimiento, interacción social y laboratorios de aprendizaje, CAMACOL y el BIM Forum Colombia decidieron contactar al Director de Recursos Físicos de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá para conocer su visión de este campus y sus consideraciones acerca del uso de nuevas tecnologías e innovación en el sector constructor.

 

El BIM Forum Colombia se acerca a espacios institucionales para conocer de primera mano el valor de trabajar con nuevas herramientas digitales y metodologías.

Para ahondar sobre el tema, Camacol y el BIM Forum Colombia hablaron con Javier Forero Torres, director de Recursos Físicos de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, quien compartió su visión sobre el uso de nuevas tecnologías y la innovación en el sector constructor.

 

¿En qué consiste el plan de desarrollo de infraestructura de la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá?

Nosotros construimos el plan maestro de desarrollo de la universidad con un cambio muy importante: pensar un plan a largo plazo. Antes hacíamos planes maestros a cuatro o cinco años, pero en el 2008 tomamos la decisión de hacer un plan maestro a 20 años, pensando la universidad en todos sus estamentos, tanto en investigación como en formación y servicios, para poder estructurar un campus que realmente se convierta en una pequeña ciudad dentro de la ciudad.

Una de las decisiones más importantes en la estructuración del plan maestro fue involucrar a representantes de todas las unidades de la universidad como facultades, centros de investigación, bienestar y deportes, entre otras. Con esto logramos un sentido de apropiación del plan por parte de toda la comunidad educativa y, en ese sentido, se convocó durante un año a diferentes actores, que a partir de talleres de visiones y escenarios definieran un plan maestro ideal para someterlo a la aprobación del Consejo Directivo como ente máximo de gobierno de la universidad. El plan presentado en ese momento, que está vigente, funciona como un pequeño ‘POT’ dentro del campus y, de hecho, una característica fue su flexibilidad y que, sin cambiar su esencia, pudiera actualizarse redefiniendo prioridades.

Este plan fue estructurado de 2008 a 2028, y ya estamos en el 2023; es decir, a cinco años de finalizarlo, pero ya estamos pensando en una reestructuración más temprana, quizás, el próximo año, porque esto es dinámico y requiere reingeniería y rearquitectura para incorporar variables como el desarrollo tecnológico o el aprendizaje que nos dejó la pandemia. Este nuevo plan estaría proyectado para dar respuesta a las nuevas necesidades y dinámicas con una proyección a 2043.

 

¿Se tuvo alguna referencia internacional en el planteamiento del plan de desarrollo de infraestructura? ¿Cuál es la estrategia?

Decidimos hacer un concurso para invitar a urbanistas, entendiendo esto como un desarrollo urbano, para que presentaran propuestas de cómo afrontar, y cómo, desde el punto de vista metodológico, se podría estructurar un plan maestro. A raíz de ese concurso contratamos a la firma colombiana Mario Noriega & Asociados - Arquitectos Urbanistas, y de forma adicional buscamos un asesor estadounidense que nos marcara hitos y puntos importantes para tener en cuenta. Este asesor debía tener experiencia en campus en centros urbanos, no en los campus tradicionales de Estados Unidos donde una universidad se vuelve el pueblo o el pueblo se vuelve la universidad; debía entender qué pasa con los campus que están alojados dentro de una gran ciudad como los de Georgia Institute of Technology o New York University (NYU). La empresa que nos asesoró fue Wallace Roberts & Todd y, en conjunto con el consultor colombiano, se estructuró el plan maestro.

 

Sabemos que actualmente está en desarrollo el edificio que albergará la facultad de ciencias. ¿Nos puede contar más acerca de este nuevo proyecto?

El nuevo edificio es un proyecto de 20.000 metros cuadrados dedicados a la Facultad de Ciencias, que es de gran importancia al ser una de las que más genera investigación; adicionalmente, al ser transversal a la universidad, presta servicios a otras facultades como medicina, ingeniería, economía y administración. Podemos decir que es un proyecto muy importante que estamos ejecutando bajo los estándares más altos de tecnología y sostenibilidad, ya que cuenta con criterios de recuperación de agua, ahorro de energía y diseño bioclimático. También cuenta con certificación Edge Advanced en estado preliminar, la cual se espera llevar a certificación final una vez se termine el proyecto.

El diseño fue el resultado de un concurso de arquitectura, donde el ganador fue la empresa TAB, taller liderado por el arquitecto Daniel Bonilla. Se definió un edificio que está dividido en dos zonas: la primera destinada a docencia, alojada en la plataforma; y la segunda a investigación, alojada en la torre; esta última, donde se encuentran las áreas de mayor complejidad técnica y los laboratorios. Estos son desarrollados como mundos o proyectos individuales, ya que cada uno requiere condiciones de temperatura, presión y ventilación diferentes, lo que los hace aún más exigentes. “Puedo decir que este edificio es el más complejo que hemos desarrollado dentro de la universidad.”

 

¿En el desarrollo de este proyecto se adoptaron procesos con uso de herramientas digitales como BIM?

El desarrollo de su infraestructura ha sido todo un proceso dentro de la universidad. Empezamos la adopción de metodología BIM incipientemente con el edificio de artes finalizado en 2015, donde tuvimos nuestros primeros acercamientos a uno de los usos BIM con la modelación para algunos de sus diseños técnicos.

Este primer contacto con la metodología nos dio grandes lecciones y nos permitió involucrarnos cada vez más con los nuevos procesos (estamos hablando de 10 años atrás). Sin embargo, también determinó que toda transformación digital inicia como un proceso cultural de apropiación y adopción, que, de hecho, sirve mucho, aunque no es trabajar con metodología BIM solo porque sí, ya que su adopción con conocimiento puede ser un beneficio para el proyecto, pero el desconocimiento y una falta de objetivo claro puede causar un desastre.

En el edificio de ciencias básicas decidimos ir un paso más allá en la adopción de la metodología y usamos un Entorno Común de Datos (CDE), donde, además de almacenar información como modelos, planos y especificaciones, también gestionamos toda la documentación necesaria del proyecto para su seguimiento y control. Es decir, aquí dimos un paso mucho más fuerte y hoy manejamos todo el edificio en una sola plataforma (BIM 360), como base única de información.

La estrategia en la obra es que no se empieza la construcción de un piso hasta que no esté cien por ciento modelado, coordinado y montado en la plataforma de gestión documental, de tal manera que seamos mucho más eficientes y no nos genere reprocesos, pérdidas de tiempo, etc. Esto nos ha costado tiempo y recursos, pero creemos que nos va a llevar a un muy buen resultado.

 

¿Nos puede contar más acerca de la estrategia BIM aplicada al proyecto?

A nivel de diseño pedimos, como una de las condiciones en los pliegos de contratación, que el proyecto debía ser entregado por los diseñadores en un software BIM específico (Revit) e integrado en un modelo determinado para la fase de ejecución. En esa etapa se entregó todo el edificio modelado para que los contratistas de obra pudieran trabajar con esa base y desarrollar sus propios modelos de fabricación y ejecución. A ellos se les pidió contractualmente que tuvieran disponible un modelador BIM en sitio, para resolver en un comité los posibles ajustes de diseño que se podían presentar contra la realidad construida; así vamos rectificando y rehaciendo lo que se requiera y con cada piso solucionado vamos dando luz verde para su ejecución; es decir, aquí abordamos las dos fases: diseño y construcción.

Pero lo que queremos al largo plazo, y al ser nosotros los mismos operadores del proyecto, es que esta información contenida en los modelos nos sirva para los momentos de operación y mantenimiento, aprovechando también todos los datos contenidos en el CDE, dado que allí ya tenemos información as built (planos), garantías, etc.

Debo ser sincero y contar que tratamos de usar el modelo para presupuesto y programación, pero no lo logramos, nos costó mucho trabajo. Entonces, después de intentarlo un tiempo, decidimos no avanzar en ese uso BIM, ya que creo que estas herramientas son útiles en la medida que agregan valor y su apropiación aporta en el desarrollo del proyecto.

Pero sí puedo decir que el uso de un Entorno Común de Datos nos ha permitido ordenarnos mucho en la obra, ya que el control de cambios, que puede ser un dolor de cabeza en un proyecto, se facilita mucho, porque a través de la plataforma gestionó eficientemente los cambios y es de gran ayuda en proyectos de alta complejidad. En ese sentido, desde el contratista hasta el maestro de obra ven el mismo plano vigente a través de sus tabletas o incluso en sus celulares, siendo esta otra ventaja, pues ya no necesitamos planos impresos, y todo se consulta y revisa directamente en la plataforma en línea.

 

¿Cuál es su opinión acerca del uso de la metodología BIM para el desarrollo de proyectos?

Yo creo que es una construcción a base de prueba y error. Generalmente, uno arranca desde la herramienta para llegar a la metodología, pero después entiende que es un proceso para lograr un fin. Cuando las personas me dicen: “Yo también aplico BIM porque modelo absolutamente todo”, yo me pregunto: “¿bueno, y eso le está sirviendo para su objetivo final? ¿Qué valor agregado le está dando?” Sin duda, creo que algunos usos de BIM facilitan la comunicación con terceros, un modelo 3D facilita la conversación, pero el uso de metodología BIM va más allá y creo que desde la dirección ya lo entendemos así y vemos que es un beneficio enorme para la coordinación y gestión de proyectos. 

Hoy no entendería o concebiría un proyecto sin adoptar este tipo de metodologías BIM y una gerencia de información. Estoy convencido de que el uso de estas metodologías y herramientas digitales nos facilitan la vida como personas y agregan valor al desarrollo de un proyecto, con más eficiencia en el logro del resultado.

 

¿Usted cree que el uso de herramientas digitales ha mejorado la productividad de su área?

Como propietarios y gerentes de los proyectos, el campus nos ha permitido desarrollar este tipo de obras de alta complejidad. Si quisiéramos medirlo desde el punto de vista de personal, le podría decir que no hemos tenido la necesidad de crecer nuestro equipo y hemos pasado a manejar edificios de 20.000 metros cuadrados manteniendo el mismo personal, lo que, definitivamente, demuestra un eficiente uso de los recursos. Sin embargo, veo un gran desafío y es cómo nos apropiamos culturalmente del manejo de información, cómo el personal adopta esta cultura y cómo promovemos un cambio en nuestro sector, que dice estar tan atrasado en productividad.

Creo que si el gremio en general adoptara estas herramientas y metodologías seguramente haría proyectos con mayor eficiencia. Esto redundaría en una reducción de costos y tiempos que, incluso, podrían trasladarse al cliente final en mejores productos, con una calidad mayor. Por ejemplo, si yo estoy haciendo vivienda de interés social y en lugar de un costo de 80 millones de pesos lo puedo reducir a 75 millones, sería grandioso poder transferir esa eficiencia al cliente y generar un impacto social a muchas familias.

 

¿Existe una relación o vínculo de los programas de formación que ofrece la universidad con el desarrollo de estos proyectos?

Uno de los derroteros que nos propusimos en la estructuración del campus fue que sirviera como laboratorio de aprendizaje. Creo que cualquier universidad perdería una gran oportunidad si no puede usar estos desarrollos como muestras vivas para los estudiantes sobre lo que pueden encontrar en la vida profesional. En nuestro caso, las facultades de arquitectura y de ingeniería han podido aprovecharse, en el buen sentido, del desarrollo de estos proyectos, ya que no solo visitan las obras, sino que las ponen como casos de estudio para los trabajos de grado y de final de cada semestre. Así es posible analizar cómo se desarrollan los diferentes componentes de los edificios.